Postulación

En el mundo existen cinco regiones de clima mediterráneo, de las cuales una de ellas se encuentra en Chile, representando una transición entre el desierto de Atacama y los bosques templados mixtos del sur de Chile (Armesto et al., 2007). Estas albergan diversas especies vegetales, desde arbustos espinosos hasta especies esclerófilas y laurifolias, con un alto grado de endemismo y adaptadas a condiciones de déficit hídrico y altas temperaturas estivales (Armesto at al., 1994; Luebert & Pliscoff 2006).

En la zona de distribución del bosque esclerófilo, se encuentra aproximadamente el 70% de la población del país, y cerca del 30% de la superficie agrícola del país, lo que se traduce en una fuerte presión antrópica sobre el recurso debido a los cambios de uso de suelo dada la expansiones agrícola, pecuaria y urbana, reduciendo su cobertura, estructura y composición de especies, sumándose a esto el efecto de los incendios y degradación de suelo (Altamirano, 2008; Schulz et al., 2010; Schulz et al.,2011). En este contexto el bosque esclerófilo es probablemente el que requiere de más acciones de recuperación y restauración debido a las presiones históricas y los actuales agentes de degradación del recurso (Becerra et al., 2018).

En los últimos años, Chile ha firmado y ratificado algunos acuerdos internacionales y nacionales de restauración de paisajes, como la Iniciativa 20x20, Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales (2030), y la reciente Política Forestal Chilena (2015-2035), donde se establecen metas de restauración del paisaje, mediante el manejo y recuperación del bosque nativo y reforestación con especies principalmente nativas. Muchas de estas acciones requieren el establecimiento de especies nativas y por consiguiente disponer de plantas en términos de cantidad y calidad. Al respecto, la necesidad de generar protocolos para la viverización de plantas, es identificada como uno de los principales posibles cuellos de botella para la restauración del paisaje en Chile (Bannister et al., 2018). De esta forma, la restauración de ecosistemas forestales, presenta el desafío desde la viverización de plantas y posterior establecimiento, en donde la generación de protocolos de viverización debieran estar orientados a la obtención de atributos morfo-fisiológicos y de desempeño, los que, sumados a adecuadas técnicas silvícolas de establecimiento, permitan generar programas de restauración exitosos.

En ese sentido esta propuesta tiene por objetivo, generar protocolos de producción de plantas de alta tecnología para el repoblamiento del bosque esclerófilo, con énfasis en especies amenazadas y dominantes, caracterizando atributos morfo-fisiológicos y de desempeños para plantas de calidad.

Se espera que los resultados de esta investigación sean un aporte para las futuras acciones de establecimiento de plantas nativas en el bosque esclerófilo, donde la utilización de plantas de calidad, permitirán obtener altos porcentajes de supervivencia, al mejorar los protocolos de manejo de plantas en vivero y al definir los atributos morfo-fisiológicos y de desempeño que los forestadores deberán buscar para asegurar la adquisición de plantas de calidad.