Resumen de los resultados obtenidos

Describa en forma precisa y breve el tópico general del proyecto, sus metas y objetivos y los resultados alcanzados, enfatizando como el proyecto es de utilidad para la aplicación de la Ley Sobre Recuperación del Bosque Nativo y Fomento Forestal. Utilice un lenguaje apropiado para la comprensión del público no especialista en el tema. Esta información será publicada en la página web del Fondo de Investigación del Bosque Nativo
El Tipo Forestal Esclerófilo tiene una amplia distribución en Chile abarcando 1.643.340 ha, concentrándose mayoritariamente entre las regiones de Valparaíso y O’Higgins, donde en conjunto representan el 75,7 % de la superficie nacional del tipo. Estos bosques han sufrido un fuerte uso antrópico, lo que ha producido una pérdida de biodiversidad, estabilidad del ecosistema y potencial productivo. Una alternativa para aumentar la productividad económica de estos bosques, manteniendo al mismo tiempo los equilibrios ecológicos, y promoviendo su recuperación, la constituye el uso apícola de este. Este uso es complementario a otros usos del bosque nativo (leña, biomasa industrial, ganadería, frutos, hojas, etc.) y contribuye a su valoración y conservación. Sin embargo, en muchos casos el bosque esclerófilo se encuentra empobrecido en cuanto a la oferta de recursos florares para solventar su uso apícola. Entre las especies del bosque esclerófilo quillay (Quillaja saponaria Mol.), es uno de los árboles nativos con mayor potencialidad económica de la zona semiárida y mediterránea de Chile central. Tradicionalmente se ha usado como combustible, artesanías, detergente y champú artesanal, uso silvopastoral, ornamental y medicinal. Recientemente está siendo usado para la obtención de saponina, las cuales tienen múltiples usos industriales. Sin embargo, es también una de las especies con mayor potencial apícola de este tipo forestal, debido a su abundancia y oportuna oferta de recursos florares para la alimentación de los apiarios y a las características de la miel que se obtiene de éste.

En este contexto el objetivo general este proyecto es proponer esquemas silvícolas de plantaciones suplementarias de quillay en bosques esclerófilos con baja presencia de la especie, para aumentar la oferta de recursos florales de uso apícola en el mediano plazo, incentivando el manejo de estos bosques y su uso apícola en el marco de la Ley 20.283. En particular se caracterizaron los bosques esclerófilos con presencia de quillay susceptibles de ser manejados mediante plantaciones suplementarias de esta especie; se cuantificó la producción de miel y polen de árboles quillay y especies arbóreas acompañantes de interés apícola, se estableció un módulo demostrativo con esquemas de manejo con plantaciones suplementarias en bosques esclerófilos susceptibles de ser manejados para la producción apícola, calculándose el costo de estas actividades silvícolas para determinar su concordancia y aplicación según lo establecido en la Tabla de valores del Fondo de Conservación Recuperación y Manejo del Bosque Nativo. Además, se proyectó el crecimiento de la plantación suplementaria, así como la oferta de recursos florares de uso apícola en el mediano plazo.

Los bosques esclerófilos con baja presencia de quillay susceptibles de ser manejados mediante plantación suplementaria alcanzan una extensión total de 352.348,7 ha, lo cual equivale al 28,3 % del total del bosque esclerófilo presente en las tres regiones estudiadas. Esta cifra indicaría una alta potencialidad de aplicar los incentivos contenidos en la Ley 20.283 dentro de estas regiones, así como también focalizar la aplicación de estos incentivos, contribuyendo a mejorar la efectividad y eficacia de la normativa técnico-legal contenida en esta ley. Estos bosques esclerófilos con presencia de quillay presentan como especies acompañantes más relevantes a Acacia caven, Peumus boldus, Lithrea caustica, las cuales aportan a la producción apícola. Además, presentan una estructura degradada con una escasa o nula regeneración por semilla, lo cual indicaría que la plantación suplementaria es una buena opción de intervención para mejorar la productividad de estos bosques e incentivar su recuperación.

Q. saponaria es una especie con un alto potencial melífero, considerando factores como la oportunidad de su floración, su secreción de néctar por flor, concentración de azúcar en el néctar y alta proporción de individuos que florecen cada año. Los individuos de la plantación alcanzan una producción potencial de miel media de 13,5 g/árbol con un máximo 23,2 g/árbol (2008) y un mínimo de 0,5 g/árbol (2019). Sin embargo, presenta una alta variabilidad temporal (entre años) en la producción potencial de miel mostrando una tendencia a una disminución en los últimos años. El monto de la producción potencial de miel en las especies acompañantes de Q saponaria indicarían que existe una potencialidad apícola de estas especies, presentando una oportunidad de floración relevante, altas secreciones de néctar y altas concentraciones de azúcar en el néctar. Estas distribuyen sus periodos de floración entre los meses de agosto a diciembre de forma continua, presentando ligeros traslapes, esto permitiría una oferta de recursos florales constante, tanto para el adecuado desarrollo de la colmena, como para la producción apícola. Respecto a la producción de polen A. caven registró el peso seco de polen más alto (90,1 gr/árbol), le siguen en orden de magnitud P. boldus, L. caustica y Q. saponaria con 54,9, 30,6 y 18,8 g/árbol, respectivamente.

Para las plantaciones suplementarias se propone un diseño modificado de plantación en grupos, constituidos por colectivos conformados por agrupaciones de plantas establecidas entorno a micrositios. Este esquema permite establecer los grupos de árboles (en total 110 o 330 plantas/ha) en micrositios con condiciones favorables disminuyendo el riesgo de mortalidad por herbivoría, daños por viento o desecamiento estival. En la plantación se ensayaron dos tipos de obras de mejoramiento del sitio de plantación: Zanja individual de plantación y Pozo seco de infiltración de piedra, además de un testigo sin obras asociadas a la casilla de plantación. Los costos básicos asociados a la plantación suplementaria por gestión propia ascienden a 6,46 UTM/ha. Estos consideran sólo la mano de obra, plantas, insumos necesarios para la plantación, gastos generales e imprevistos. Estos costos con relación al subsidio estatal estipulado en la Tabla de valores actividades de la Ley Nº 20.283 (año 2020) representan el 129% del subsidio estatal para una plantación suplementaria para producción no maderera (bonifican 5 UTM/ha) y 65 % de aquel para recuperar bosques nativos para fines de producción maderera respetivamente (10 UTM/ha). Esto indicaría que el subsidio no permitiría financiar completamente una plantación con fines de producción maderera. Sin embargo, para el éxito de la plantación suplementaria en particular en condiciones ambientales de déficit hídrico se deben considerar técnicas o medidas de protección y/ mejoramiento de las condiciones del sitio de plantación, las cuales incrementan sensiblemente los costos de plantación, los cuales pueden incrementarse entre un 27 y 72% para las zanjas de infiltración y las protecciones individuales contra lagomorfos, respectivamente.

Los datos de la plantación proyectados mediante modelo 3-PG indican que la plantación en 5 años alcanzaría un diámetro medio de 6,4 cm, un área basal de 1,6 m2/ha y una producción potencial de miel cercana a los 0,1 Kg/ha. A los 10 años la plantación alcanzaría los 13,7 cm de diámetro, con un área basal de 7,1 m2/ha, con una producción potencial de miel de 1,4 kg por hectárea. Finalmente, a los 20 años la plantación alcanzaría los 17,6 cm de diámetro, con un área basal de 17,6 m2/ha, con una producción potencial de miel de 3,2 kg por hectárea. Si se considera que la producción del bosque nativo en que inserta la plantación suplementaria se adicionaría al menos a 4,4 kg/ha (P. boldus= 3,2 kg/ha y Q. saponaria 1,3 kg/ha), lo que significaría un incremento en un 72,7% de la producción potencial de miel en un plazo de 20 años.

Los resultados son difundidos a profesionales y productores mediante un manual práctico con la aplicación de esquemas de manejo para plantaciones suplementarias en bosques esclerófilos. Además, mediante metodologías participativas se elaboró un manual de uso apícola que considera en su concepción la visión y necesidades de los apicultores.