Postulación
Concurso | XV Concurso del Fondo de Investigación del Bosque Nativo |
Nombre Proyecto | 026/2024 Guía para definir alteración del hábitat de Jubaea chilensis, Monttea chilensis y Aimara rollinsii: Caracterización y umbrales para conservación. |
Estado | Proyecto seleccionado |
Monto Solicitado | $60.000.000 |
Línea de Investigación | LÃnea 2. Estado de conservación de especies presentes en el bosque y/o formaciones xerofóticas. |
Investigador Responsable | Sergio Ignacio Silva Soto |
Institución Patrocinante | Instituto Forestal |
Resumen Ejecutivo Los fenómenos observados en las poblaciones naturales a lo largo de las últimas décadas señalan que tanto el cambio climático global; como la alteración del hábitat, provocado por factores antrópicos como la expansión agrícola, deforestación y el cambio en el uso del suelo, ha resultado en la pérdida de los bosques/formaciones xerofíticas nativas donde habitan la Jubaea chilensis (palma chilena), Monttea chilensis (uvillo) y Aimara rollinsii (aimara). Estas transformaciones impactan negativamente en la distribución y disponibilidad de hábitat para estas especies, manifestándose principalmente a través de una progresiva disminución de su área de distribución. La pérdida de hábitat puede conducir a la fragmentación del paisaje, aislando poblaciones de árboles y limitando su capacidad para migrar y reproducirse. Entre los efectos adversos más destacados se incluyen modificaciones en los hábitats y composiciones de las especies, con consecuencias directas en el funcionamiento de los ecosistemas. Es imperativo abordar esta problemática de manera proactiva para preservar la integridad de nuestro entorno natural y salvaguardar la diversidad biológica que sustenta la salud de nuestro planeta. A este respecto, resulta clave el concepto de hábitat, el cual se refiere al espacio geográfico donde una especie puede persistir en el tiempo a través de sus poblaciones actuales y futuras, representando el espacio que reúne las condiciones y recursos adecuados para que puedan sobrevivir y reproducirse. Jubaea chilensis (palma chilena), es una especie endémica de Chile central, se distribuye desde el límite sur de la Región de Coquimbo hasta el Límite norte de la Región del Maule. La recolección desmedida de su savia y frutos, sumado a los mega incendios generaron que esta especie disminuyera su área de ocupación en el tiempo, en alrededor de un 50%. Actualmente es una especie en Categoría de Conservación “En Peligro”, siendo sus principales amenazas la extracción desmedida de sus semillas, la agricultura, herbivoría, incendios, alteración antrópica y fragmentación de su hábitat. Lo anterior ha resultado en un deterioro de su ecosistema y un retroceso geográfico significativo de la palma chilena, especie que se encuentra en poblaciones en general pequeñas. Para su óptimo desarrollo esta especie también requiere de condiciones de suelo muy especiales, ya que sólo prospera en condiciones naturales en suelo granítico, muy intemperizado, y con buen drenaje, condiciones que solo encuentra en la cordillera de la costa y en su zona de influencia. Por otra parte, Monttea chilensis (uvillo), es una especie endémica de la costa del Norte de Chile donde presenta distribución disyunta con dos núcleos principales en sectores costeros, uno en la Región de Antofagasta, en Paposo entre Miguel Díaz y Taltal y en la Región de Coquimbo en PN Fray Jorge y el límite sur próximo a Los Vilos, en un rango altitudinal de hasta los 500 msnm (MMA 2018). Crece como arbolito o arbusto siempreverde, de 1-3 m de alto, subgloboso, muy ramificado desde la base, glabro. Se encuentra en categorizada “En Peligro” (MMA 2006). Finalmente, Aimara rollinsi (aimara) es una especie de Brassicaceae endémica y ultra escasa, única del genero en Chile, vive en las Regiones de Tarapacá, Antofagasta y Atacama. Crece entre 2500 y 3550 msnm, en hábitats secos con una precipitación anual de no más de 9 mm, en áreas altamente fragmentadas e intervenidas por proyectos mineros. El endemismo, focalizado en la biogeografía histórica y representado por estas tres especies chilenas, emerge como un componente crucial en la consideración de la conservación de especies. Representando un criterio de gran relevancia, este fenómeno se posiciona como uno de los principales pilares de la identificación de prioridades en la preservación de la biodiversidad. A nivel global, más del 90% de las plantas catalogadas bajo alguna categoría de amenaza exhiben la característica de ser endémicas de un único país. En el contexto específico de Chile, este fenómeno adquiere una dimensión notable, ya que aproximadamente el 45% de las especies de plantas vasculares presentes en el país son endémicas. Esta singularidad geográfica y climática han convertido a Chile prácticamente en una isla, propiciando la evolución exclusiva de muchas especies en su territorio. La adopción de medidas específicas, como combatir la deforestación, promover la reforestación con especies nativas y establecer áreas de conservación destinadas a albergar poblaciones saludables, puede contrarrestar la pérdida continua de hábitat y los efectos adversos del cambio climático. Estas acciones incluyen la identificación y protección de áreas críticas, la restauración de hábitats degradados y la creación de corredores biológicos que faciliten la conectividad entre fragmentos de hábitat. |